domingo, 29 de abril de 2018

Rafael Alberti / La Romería de San Isidro.




La Romería de San Isidro 
1820-1823
Pinturas negras
Museo del Prado de Madrid



MANCO (quitándole la bota). - ¡Trae para acá esa bota! Hay poco. También los otros tienen sed.
CIEGO.- ¿Los otros? ¿Sois muchos? ¿Qué estáis haciendo aquí?
MANCO (con un gesto, indicando a los demás que no hablen).-Preguntas tú demasiado.
CIEGO.- No veo.
MANCO (rápido).- ¿De dónde diablos vienes? ¿Con qué gentes andabas? ¿Adónde ibas?
CIEGO (en tono creciente).-  ¡No veo! ¡No veo! ¡No veo!
MANCO (palpándole la ropa).- ¡Responde! ¡Responde! (Gritándole) mientras le quita la guitarra y la sacude.) ¿Qué traes ahí, dentro de la guitarra? ¿Qué es lo que traes? Habla.
CIEGO (seguro) pero con furia).- ¡Na­da! ¡Nada! ¡Rómpela, si te parece! ¡No veo! ¡No veo! Vengo de la Pradera. Soy de la comparsa del Tuerto, del Cojo, del Bizco, del Manco, de todos los lisiados y piojosos de Madrid. ¡Regístrame! ¡Desnú­
dame! ¡Párteme los andrajos! ¡Haz trizas la guitarra! ¡No veo! ¡No veo!
MANCO (devolviéndole el instrumento).- Creí... Hay quienes pasan noticias al francés...
CIEGO.-Odio al extranjero. Ya ni sé cómo es. Pero lo escucho, lo siento siempre aquí, agarrado en mi carne. El me sacó la vista de los ojos.
VIEJA 1 (apareciendo). - jJi, ji! Yo conozco a ese hombre...
ESTUDIANTE.- ¿Y por qué te lo guar­daste en el buche, murciélago?
VIEJA l.- Echaba un sueñecito entre los sacos. Antes era un buen mozo. ¡Las flores con pimienta que le habrá dicho a mi hermosura! ¡Y con las manos no se quedaba corto! ¡Ji, ji!
CIEGO (riendo).- ¿Estás aquí, lendre­ra de la reina, arruga del infierno, esco­bajo de todos los bacines, mojón con fle­cos del más sumido ojete de la Corte? (Buscándola con un brazo extendido.) Ven que te tiente esa pechuga seca de gallina... (Comienza de nuevo el cañoneo.) ¡Zambomba!
MANCO.-En esta barricada se ríe todo el mundo. Que se vaya el que llore. Aquí no estamos para eso, sino para luchar y morir si es preciso, pero con la risa en la boca. (Arrecia el cañoneo. A una indica­ción del MANCO, todos suben a la barri­cada, ayudando al CIEGO a entrar en ella.)
¡Tirad, tirad, cobardes! ¡Somos los mis­mos del 2 de mayo! ¡Los acuchillados y pateados de la Puerta del Sol! ¡Los resu­citados de la Casa de Campo y las orillas del Manzanares! ¡Más vais a llorar luego que nosotros reírnos ahora!
CIEGO (en lo más alto de la barricada, rompiendo a cantar con la guitarra, co­reado por todos).
¡Madrid, qué bien resistes
los bombardeos!
De las bombas se ríen
los madrileños!
(Ríen todos hasta alcanzar el agudo más alto. Después, silencio, quedando la ba­rricada en penumbra. Del fondo del sa­lón avanzan dos milicianos de la guerra ci­vil española tarareando, en sordina, la canción anterior: «¡Madrid, qué bien resistes!...» Van vestidos como en los pri­meros meses de la contienda, año 1936. El MILICIANO 1 lleva un brazo en cabes­trillo; el 2, una linterna de luz potente, que va enfocando, mientras habla, por to­dos los rincones, paredes y techos del sa­lón.)
MILICIANO 1. - Andan desesperados esta noche.
MILICIANO 2.-Están cayendo bombas cerca del Museo. Pensé que alguna había hecho blanco. Va a ser difícil que se escape. Pronto se evacuarán las obras más famosas. Se las llevarán lejos, a sitios más seguros. Aquí son un peligro. Los técnicos trabajan sin descanso. Hay cuadros tan enormes -ya los viste en los sótanos- que no sé cómo van á poder salir por las puertas. Ahí estaban colgados los de Go­ya: La carga de los mamelucos en la Puer­ta del Sol y Los fusilamientos de la Moncloa. Y, adentro, los Ticiano, los Velázquez...
MILICIANO l .- ¡Vaya días de noviem­bre, camarada! Arde Madrid. No olvida­remos este 1936.
MILICIANO 2.-Se combate en Usera, en la Casa de Campo, en el Manzanares, en el Puente de los Franceses, en la Mon­cloa, en la Ciudad Universitaria... ¡Y con qué furia, compañero!
MILICIANO l.- ¡Lástima estar aquí! A mí me hirieron en la sierra…
MILICIANO 2.-Creyeron que entraban. Se han visto moros perdidos hasta por la Gran Vía.
MILICIANO l.-En el Puente de To­ledo, las muchachas del barrio sur se han portado como leonas.
MILICIANO 2.-Combate todo el mun­do. Chicos y grandes. Con piedras, con botellas de líquido inflamable, con armas viejas sacadas de no se sabe dónde. (Se encaminan hacia el lateral izquierdo del primer término.)
MILICIANO l.-Madrid está casi cerca­do. Pero no pasarán.
MILICIANO 2 (iniciando el mutis).­¡No pasarán! Ni con ayuda de alemanes, de moros, de italianos, de portugueses... (Ya desaparecidos los dos.) ¡No pasarán!
Noche de guerra en el Museo del Prado

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