domingo, 5 de noviembre de 2017

Francisco de Miranda / Acrópolis de Atenas



Acrópolis de Atenas
Arquitectura clásica griega.
S. V a. C.

Primero el famoso templo de Minerva, cuyo centro está arruinado por haberse volado con una cantidad de municiones de guerra y pólvora que había dentro, al tiempo en que le pusieron sitio los venecianos, efecto de una bomba que estos arrojaron. Sin embargo, los dos frontones que se conservan aún, y la mayor parte del pórtico –orden dórico y sin base la columna– dan la más bella y noble idea que quiera discurrirse de este noble edificio. Los bajo relieves que corren por toda la cornisa y frontón son de exquisitísimo gusto y hacen echar de menos los que faltan. Los del frontón principal faltan del todo, porque los venecianos, queriéndolos llevar, los dejaron caer a tierra y se rompió todo… Las columnas son sin pedestal y acanaladas, lo que produce un muy bello y sencillo efecto. ¡Oh, qué sublime monumento! ¡Todo cuánto he visto hasta aquí no vale nada en comparación! De aquí pasamos a otro templo que está inmediato, llamado de Erecteón. Este es de orden jónico y aunque no de un buen todo, están sus partes trabajadas con tanto primor y gusto que causan verdaderamente admiración. Los capiteles jónicos de sus columnas y singularmente las volutas de estas, merecen ser el modelo de su especie, con preferencia a las que se ven en el teatro de Marcelo y de la Fortuna Viril, en Roma. Pegado y formando como un pórtico a este mismo templo, están las Cariátides, que son cinco mujeres, estatuas de mármol muy bien trabajadas y que sostienen el pórtico, formando como un orden de arquitectura que produce buen efecto. Los propileos, o puertas de entrada, están confundidos con otros pedazos de mampostería moderna que se han atravesado y no se puede formar aquella bella idea que seguramente debía dar este soberbio edificio, del gusto y espíritu de Pericles. Bajamos abajo para observar una luz que se dice arde constantemente en el centro del muro; mas no es otra cosa que una gran grieta y la transparencia del mármol que forman aquel reflejo con la luz que da por fuera al edificio.

Diario de viaje a Grecia y Turquía (1786) 

2 comentarios:

  1. Me encantó este texto de Miranda. Hay más?

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    1. Si pones el nombre del autor seguido de Diario de viajes te aparecerán en el buscados referencias por lo menos a tres: Estados Unidos, Italia y este de Grecia y Turquía. Un abrazo.

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