Miguel Ángel
Moisés
Iglesia de San Pietro in Víncoli (Roma)
1515
Escultura italiana del Renacimiento (cinquecento)
Moisés
Iglesia de San Pietro in Víncoli (Roma)
1515
Escultura italiana del Renacimiento (cinquecento)
Una figura dotada de tal movimiento sería absolutamente incompatible con el estado de ánimo que todo el monumento funerario debía despertar.
Así, pues, este Moisés no debe querer
levantarse; tiene que poder permanecer
en soberana calma, como las demás
figuras y como la proyectada estatua del Papa
mismo (que Miguel Ángel no llegó a ejecutar). Pero entonces el Moisés
que contemplamos no puede ser la
representación del hombre poseído de cólera, que, al descender del Sinaí, ve a su pueblo entregado
a la apostasía y arroja contra el suelo, quebrándolas, las tablas de la Ley. Y, realmente, recuerdo yo mi
decepción cuando en anteriores visitas a la iglesia de San Pietro in Vincoli me
senté ante la estatua, esperando ver cómo
se alzaba violenta, arrojaba las tablas al suelo y descargaba su cólera.
Nada de ello sucedió; por el contrario, la
piedra se hizo cada vez más inmóvil; una calma sagrada, casi agobiante,
emanó de ella, y sentí necesariamente
que allí estaba representado algo que podría permanecer inmutable, que
aquel Moisés permanecería allí eternamente sentado y encolerizado.
"Psicoanálisis del Arte”
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