La Romería de San Isidro
1820-1823
Pinturas negras
Museo del Prado de Madrid
MANCO
(quitándole la bota). - ¡Trae para acá esa bota! Hay poco. También los
otros tienen sed.
CIEGO.- ¿Los otros? ¿Sois muchos? ¿Qué estáis
haciendo aquí?
MANCO (con un gesto, indicando a los
demás que no hablen).-Preguntas
tú demasiado.
CIEGO.- No veo.
MANCO (rápido).- ¿De dónde diablos vienes? ¿Con qué gentes andabas? ¿Adónde
ibas?
CIEGO (en tono creciente).- ¡No
veo! ¡No veo! ¡No veo!
MANCO (palpándole la ropa).- ¡Responde! ¡Responde! (Gritándole)
mientras le quita la guitarra y la sacude.) ¿Qué traes ahí, dentro de la
guitarra? ¿Qué es lo que traes? Habla.
CIEGO (seguro) pero con furia).- ¡Nada! ¡Nada! ¡Rómpela, si te parece!
¡No veo! ¡No veo! Vengo de la Pradera. Soy de la comparsa del Tuerto, del Cojo,
del Bizco, del Manco, de todos los lisiados y piojosos de Madrid. ¡Regístrame!
¡Desnú
dame! ¡Párteme los andrajos! ¡Haz trizas la guitarra! ¡No
veo! ¡No veo!
MANCO (devolviéndole el instrumento).- Creí... Hay
quienes pasan noticias al francés...
CIEGO.-Odio al extranjero. Ya ni sé cómo es. Pero lo
escucho, lo siento siempre aquí, agarrado en mi carne. El me sacó la vista de
los ojos.
VIEJA 1 (apareciendo). - jJi, ji! Yo conozco a ese
hombre...
ESTUDIANTE.- ¿Y por qué te lo guardaste en el buche,
murciélago?
VIEJA l.- Echaba un sueñecito entre los sacos. Antes era
un buen mozo. ¡Las flores con pimienta que le habrá dicho a mi hermosura! ¡Y
con las manos no se quedaba corto! ¡Ji, ji!
CIEGO (riendo).- ¿Estás aquí, lendrera de la
reina, arruga del infierno, escobajo de todos los bacines, mojón con flecos
del más sumido ojete de la Corte? (Buscándola con un brazo extendido.) Ven
que te tiente esa pechuga seca de gallina... (Comienza de nuevo el cañoneo.)
¡Zambomba!
MANCO.-En esta barricada se ríe todo el mundo. Que se vaya
el que llore. Aquí no estamos para eso, sino para luchar y morir si es preciso,
pero con la risa en la boca. (Arrecia el cañoneo. A una indicación del MANCO,
todos suben a la barricada, ayudando al CIEGO a entrar en ella.)
¡Tirad, tirad, cobardes! ¡Somos los mismos del 2 de mayo!
¡Los acuchillados y pateados de la Puerta del Sol! ¡Los resucitados de la Casa
de Campo y las orillas del Manzanares! ¡Más vais a llorar luego que nosotros
reírnos ahora!
CIEGO (en lo más alto de la barricada, rompiendo a
cantar con la guitarra, coreado por todos).
¡Madrid, qué bien resistes
los bombardeos!
De las bombas se ríen
los madrileños!
(Ríen todos hasta alcanzar el agudo más alto. Después,
silencio, quedando la barricada en penumbra. Del fondo del salón avanzan dos
milicianos de la guerra civil española tarareando, en sordina, la canción
anterior: «¡Madrid, qué bien resistes!...» Van vestidos como en los primeros
meses de la contienda, año 1936. El MILICIANO 1 lleva un brazo
en cabestrillo; el 2, una linterna de luz potente, que va enfocando,
mientras habla, por todos los rincones, paredes y techos del salón.)
MILICIANO 1. - Andan desesperados esta noche.
MILICIANO 2.-Están cayendo bombas cerca del Museo. Pensé
que alguna había hecho blanco. Va a ser difícil que se escape. Pronto se
evacuarán las obras más famosas. Se las llevarán lejos, a sitios más seguros.
Aquí son un peligro. Los técnicos trabajan sin descanso. Hay cuadros tan enormes
-ya los viste en los sótanos- que no sé cómo van á poder salir por las puertas.
Ahí estaban colgados los de Goya: La carga de los mamelucos en la Puerta
del Sol y Los fusilamientos de la Moncloa. Y, adentro, los Ticiano,
los Velázquez...
MILICIANO l .- ¡Vaya días de noviembre, camarada! Arde
Madrid. No olvidaremos este 1936.
MILICIANO 2.-Se combate en Usera, en la Casa de Campo, en
el Manzanares, en el Puente de los Franceses, en la Moncloa, en la Ciudad
Universitaria... ¡Y con qué furia, compañero!
MILICIANO l.- ¡Lástima estar aquí! A mí me hirieron en la
sierra…
MILICIANO 2.-Creyeron que entraban. Se han visto moros
perdidos hasta por la Gran Vía.
MILICIANO l.-En el Puente de Toledo, las muchachas del
barrio sur se han portado como leonas.
MILICIANO 2.-Combate todo el mundo. Chicos y grandes. Con
piedras, con botellas de líquido inflamable, con armas viejas sacadas de no se
sabe dónde. (Se encaminan hacia el lateral izquierdo del primer término.)
MILICIANO l.-Madrid está casi cercado. Pero no pasarán.
MILICIANO 2 (iniciando el mutis).¡No pasarán! Ni
con ayuda de alemanes, de moros, de italianos, de portugueses... (Ya desaparecidos
los dos.) ¡No pasarán!
Noche de guerra en el
Museo del Prado