La Raya
1725-26
Pintura barroca francesa
Museo del Louvre, Paris
Chardin
Después de que mi hijo hubiera copiado y recopiado este fragmento, lo ocuparía en La Raya desollada del mismo maestro. El objeto es repugnante, pero es la carne misma del pescado, es su piel, es su sangre; el aspecto real de la cosa no impresionaría más. Señor Pedro, mirad bien este pedazo, cuando vayáis a la Academia, y aprended, si podéis, el secreto de salvar por medio del talento la repugnancia de ciertas naturalezas.
No se entiende esta magia. Son las capas espesas de color, aplicadas unas sobre otras y cuyo efecto transpira de abajo hasta arriba. Por una parte, se diría que es un vapor que se ha insuflado sobre la tela, por otra, una espuma ligera que se ha lanzado. Rubens, Berghem, Greuze, Loutherbourg os explicarían como hacerlo mejor que yo, haciendo todos sentir el efecto en vuestros ojos. Acercaos, todo se nubla, se aplasta y desaparece, alejaos, todo se recrea y se reproduce.
Me han contado que subiendo Greuze al Salón y dándose cuenta del fragmento de Chardin que acabo de describir, lo miró y pasó emitiendo un profundo suspiro. Este elogio es más corto y mejor que el mío.
¿Quién pagará los cuadros de Chardin cuándo este extraño hombre ya no esté?
Salon de 1763
Original en francés.
Original en francés.
He aquí una alumna que disfruta de sus selecciones. Hoy me he quedado reflexionando sobre ..."y aprended, si podéis...." Profe, sepa que sigue enseñando.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu amable comentario. Me alegro mucho de que te gusten estos fragmentos. Un abrazo.
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