1636
Pintura barroca española
Museo del Prado (Madrid)
MARTIN.-LA historia va a terminar... Yo la contaré por las plazuelas y los caminos como si ya la supiera... Estoy solo y me volveré loco del todo: siempre es un remedio.
(Las cortinas del primer término se corrieron ante la inmóvil figura de VELÁZQUEZ. La luz vuelve a decrecer. La vihuela toca dentro la Fantasía de Fuenllana.) Se reirán de mi simpleza y yo fingiré que he visto el cuadro. Pedro, casi ciego, decía de él cosas oscuras, que no entiendo, pero que repetiré como un papagayo. (Mira el pan.) Pedro... (Las cortinas empiezan a descorrerse muy despacio.) Decía: será una pintura que no se podrá pagar con toda la luz del mundo... Una pintura que encerrará toda la tristeza de España. Si alguien me pintara un cartelón para las ferias, podría ganar mi pan fingiendo que los muñecos hablan... (Las cortinas se han descorrido. La luz se fue del primer término. MARTIN es ahora una sombra que había. A la derecha de la galería, hombres y mujeres componen, inmóviles, las actitudes del cuadro inmortal bajo la luz del montante abierto. En el fondo, NIETO se detiene en la escalera tal como lo vimos poco antes. La niña mira, cándida, el perro dormita. Las efigies de los reyes se esbozan en la vaga luz del espejo. Sobre el pecho de VELÁZQUEZ, la cruz de Santiago. El gran bastidor se apoya en el primer término sobre el caballete.) ¡Ilustre senado, aquel es don Diego Ruiz, que ni cara tiene de simple que es! Dice:
RUIZ DE AZCONA.-Hay quien se queja, doña Marcela... Pero nuestra bendita tierra es feliz, creedme... Como nosotros en Palacio...
MARTIN.-Mientras doña Marcela piensa:
D.ª MARCELA.- No sucedió nada... Estoy inquieta... Ahora, cuando lo miro, sé que lo he perdido para siempre.
MARTIN.-Y los demás...
NICOLASILLO.-¡Despierta, León, despierta!
MARTIN.- Pero tampoco sabe lo que dice, como yo.
D.ª ISABEL.- Dicen que en Toledo una fuente mana piedras preciosas...
D.ª AGUSTINA.- En Balchín del Hoyo han encontrado, al fin, barras de oro...
MARI BÁRBOLA.- Nada sucedió... Dios bendiga a don Diego.
MARTIN.-Esa mosca negra del fondo nada dice. Pero Vista de Lince la mira y piensa...
NICOLASILLO.- El señor Nieto está llorando...
MARTIN.- La infantita calla. Aún lo ignora todo. Don Diego la ama por eso y porque está hecha de luz. ¿Y él? ¿Que pensará don Diego, él, que lo sabe todo?
(Una pausa.)
VELÁZQUEZ.-Pedro... Pedro..
(La música crece. MARTÍN come su pan.)
TELÓN
“LAS MENINAS”