Perro atado con una cadena
Pintura barroca holandesa. Siglo XVII.
Museo del Hermitage de San Petersburgo.
Museo del Hermitage de San Petersburgo.
EN UNA EXPOSICIÓN
Todos pasan de largo frente al cuadro.
Después de los Durero y de los Rembrandt,
estoy mirando un perro atado a una cadena
que, hirsuto y con señales de sus viejos castigos,
solamente vigila el horizonte.
De la misma manera que una brisa,
si sopla con constancia,
puede mecer y hundir puentes de hierro,
siento una humilde fuerza remover emociones
que he callado a lo largo de mi vida.
Paulus Potter, pintor del diecisiete
que yo desconocía, pintó el perro
que hoy es parte de un orden y en mi interior vigila.
Se pierde la señal. (2012)