domingo, 17 de septiembre de 2017

Ibn Zaydun / Medina Azahara



Ciudad de Medina Azahara. Córdoba.
Arquitectura islámica española.
Periodo Califal. Siglo X


Te recordé en al-Zahrá, deseándote 
El horizonte sereno y el rostro de la tierra brillante. 

La brisa suavizándose en el crepúsculo 
Como si sintiendo ternura por mí languideciese compasivamente. 

La sonrisa del agua plateada en el jardín 
Como guirnaldas liberadas de la garganta. 

Un día como los días aquellos que para nosotros marcharon 
Cuyas noches pasábamos -cuando dormía el destino- como ladrones. 

Recreándonos con aquella flor atrayente 
Corría el rocío en ella hasta inclinar su cuello. 

Como si sus ojos, viendo mi duermevela, 
llorasen por mí corriendo el llanto reluciente. 

Una rosa resplandecía en su soleada rosaleda
Y aumentó por ella la claridad de la mañana radiante. 

Un nenúfar oloroso propagó su perfume cercándola 
Soñoliento al que la aurora despertó. 

Todo agita en mí el recuerdo deseándote, 
un recuerdo que el pecho angustiado no soporta.

Si se hubiese cumplido el anhelo de reunirme contigo 
habría sido el día más feliz. 

No calme Dios al corazón ocupado en tu recuerdo 
Que no vuele el recuerdo son las ardientes alas del deseo.

Si quisiese llevarme la brisa flotando 
llevaría hasta ti a un muchacho al que ha entristecido su hallazgo. 

No mis prendas más preciosas y brillantes, amada 
mía, si es que los amantes tienen prendas. 

Antes, fue la recompensa a la pureza del amor 
un íntimo jardín en el que corríamos libres. 

Ahora, ensalzo lo que fui a tu lado 
Tú te olvidaste, pero yo sigo perdidamente enamorado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario