Codorniz y narciso
Pintura china. Época Sung
S. XII
Segunda variación en lo oblicuo
El
emperador Hui-Tsung pintó con exquisito cuidado en el detalle una codorniz y un
narciso. Ni el ave ni la flor ocupan en la hoja del álbum el centro del espacio
iluminado, sino un lugar de más ligera luz en la esquina derecha. Aunque
pintados con la pericia de un experto en la contemplación de la naturaleza, ni
el ave ni la flor pueden ser centro, sino tan sólo indicación del centro o guía
del ojo que los mira para alcanzar la forma no visible en que el ave y la flor
están inscritos. Del poder y la gloria, de las victorias militares poco supo el
monarca derrotado. Sobreviven, en cambio, en una esquina de luz atenuada sólo
el ave y la flor. Señalar una esquina ya es bastante, según Hui-Tsung sabía de
Confucio. Para quienes no puedan hallar las otras tres inútil fuera repetirse.
“El fin de la Edad de Plata”
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