domingo, 20 de marzo de 2016

José Angel Valente / Codorniz y narciso



Codorniz y narciso
Pintura china. Época Sung
S. XII


Segunda variación en lo oblicuo 

El emperador Hui-Tsung pintó con exquisito cuidado en el detalle una codorniz y un narciso. Ni el ave ni la flor ocupan en la hoja del álbum el centro del espacio iluminado, sino un lugar de más ligera luz en la esquina derecha. Aunque pintados con la pericia de un experto en la contemplación de la naturaleza, ni el ave ni la flor pueden ser centro, sino tan sólo indicación del centro o guía del ojo que los mira para alcanzar la forma no visible en que el ave y la flor están inscritos. Del poder y la gloria, de las victorias militares poco supo el monarca derrotado. Sobreviven, en cambio, en una esquina de luz atenuada sólo el ave y la flor. Señalar una esquina ya es bastante, según Hui-Tsung sabía de Confucio. Para quienes no puedan hallar las otras tres inútil fuera repetirse.

“El fin de la Edad de Plata”





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